What a day!

Primero que nada una disculpa por andar posteando textos de largo camino atrás, pero de pronto al releerlos me surge la necesidad de compartirlos, porque gracias a Dios, me doy cuenta de que he cambiado y de que ahora soy una persona más libre, con más amor propio, con más madurez. Gracias a ti,amigo(a) por pasearte entre mis letras.

Afortunadamente ha terminado. Pero el día de hoy definitivamente no fue mi día, y es que apenas lo puedo creer, que después de tanto tiempo sigas rondando mis pensamientos. Te has quedado impreso en mi mente y en mi corazón como una mancha de tinta indeleble.
¡Con una ch...! Es que por más que le doy vueltas no hallo la forma de salir de este hoyo que he cavado incesante los últimos 5 años.
Necesito que me digas qué es lo que has hecho tú para olvidarme, porque yo no le encuentro ni pies ni cabeza, vaya que cada año en estas fechas me acuerdo de ti y me da un bajón increíble, no sé cómo es posible que sigas haciendo mella en mi estado de ánimo.
Pero claro, como siempre tú ni te enteras de mis luchas internas, de mi malestar, de mi resaca de ti.
Lo peor del caso es que yo terminé con lo nuestro sin saber realmente qué podría perder al hacerlo, es que ni siquiera comprendo cómo es que te recuerdo tan vívidamente, si mientras duró lo nuestro sólo estuvimos juntos 10 días. Pero mi corazón, joven e inexperto te abrió las puertas en un instante, y hasta hoy no ha sido capaz de echarte, aunque hace mucho tiempo hayas partido.
Me has dejado sin quererlo y sin saberlo en un stand-by que ha durado demasiado, pero sé muy bien que para salir de esta latencia debo encontrar a otra persona que ponga en marcha nuevamente mi corazón.
Qué bueno que hablo en sentido figurado, sino, hace tiempo que hubiera muerto por no tenerte conmigo.
¿Cómo carajos te borro de mi mente? ¡Me urge una respuesta!

Febrero, 2002

Fortaleza o Debilidad

Con gusto he descubierto al releer estas letras, que lo que antes me parecía una debilidad, ahora se ha convertido en una de mis mayores fortalezas. Hoy digo te quiero sin rodeos, lo repito y lo clamo a los cuatro vientos... Te Quiero

Amor y dolor, dos cosas que a primera vista parecieran inconcebibles juntas, pero que generalmente van de la mano.
Hace tiempo que vengo sintiendo una extraña combinación de sensaciones que por un lado no sé describir y por el otro no logro comprender. Y sinceramente no sé qué me está pasando, ya que poco a poco me estoy volviendo una persona detestable, incluso para mí misma y no lo puedo soportar.
Pero todo es mi culpa por guardarme lo que siento y no expresarlo, claro, es el eterno problema del qué dirán, y en esta sociedad en que me encuentro, es cada día más difícil expresar los sentimientos porque son un símbolo de debilidad.
Yo no quiero parecer débil, pero bajo este absurdo contexto lo soy, ya que el sentimiento que llevo dentro terminará por delatarme algún día.
Cuando pueda decir libremente un te quiero, habré triunfado, habré dejado de lado esta hipocresía autoimpuesta que me impide revelarme "débil" ante los demás.

5-febrero-2002

Mediterráneo

Rescatado de las garras del olvido, surgen estas letras que ahora me permito compartirles.
¡Feliz día del libro y de los derechos de autor!

Ayer te ví después de mucha espera. Hoy he vuelto a buscarte y me he recreado la vista al contemplarte majestuoso, rebelde, dejando que el viento agitara tus cabellos y observando tu faz que me transmitía como siempre paz y tranquilidad.
Te extrañaba, es verdad, y ahora te he visto cambiado en tu aspecto, pero internamente eres el mismo y eso lo supe con tu cadencia, tu andar, el vaivén de tus pasos.
Quisiera por un momento arroparte entre mis brazos, recrearme en tu interior y dejarme llevar por la felicidad que me da el estar contigo.
Mar Mediterráneo es sólo un nombre distinto, pero en el fondo siempre serás el mismo, el mar de mis días y mis noches, de mi ensueño y mi pasión, mar que llena de agua mis valles y enjuga las lágrimas del corazón.
Ahora que a ti regreso, permíteme en tu vientre reposar, que traiga a mi alma consuelo tu suave vaivén, tu esencia, tu paz.
Mar Mediterráneo es sólo un nombre, así te llaman por acá, pero al final eres el mismo que me ha visto soñar, que me ha visto reir, que me permite llorar y me consuela acariciándome con su oleaje y permitiéndome descansar.
Hoy que estoy a tu lado me inunda la felicidad, agradezco la oportunidad de conocerte y permitirme llegar hasta tu orilla, verte y sentirme en casa nuevamente.

¿Cómo olvidar a alguien que no quieres olvidar?

No puedo seguir alimentando algo que está muerto, no puedo seguir queriendo a quien no me quiere, no puedo seguir viviendo por quien se empeña en que muera, no puedo simplemente, no puedo olvidarte a ti porque te quiero.
Debo olvidarte más no puedo hacerlo, o mejor dicho, no quiero hacerlo, no soy capaz de desprenderme de tu recuerdo, porque ¡caramba! has sido muy importante en mi vida, me has enseñado el verdadero sentido del amor, del amar, del amarte, y me niego rotundamente a olvidarte, a apartarte de mi vida.
Pero por otro lado estás tú, y está esa manía tuya de no volverme a ver, con lo bien que estaría yo a tu lado, con lo bien que me sentaría sostener tus manos entre las mías, depositar un casto beso en ellas y después desasirlas para permitir que mis manos jugaran entre tu cabello, pero no quieres nada de eso, es más ya no me quieres, y ahora dudo si alguna vez me has querido porque no concibo tanto olvido de pronto, tanta insistencia en no volvernos a encontrar.
No puedo olvidarte porque te quiero, sin embargo debo olvidarte aunque no quiera. ¡Carajo! ¿por qué me meto en camisa de once varas? ¿por qué soy incapaz de decirte que habitas en mi corazón? ¿por qué no me resigno a olvidarte, a apartarte de mi memoria, de mi corazón, de mi vida?
Una sola vez te dije que te amaba; la primera vez que pronuncié un Te Amo en mi vida fue para ti, y heme aquí, con un amor mal correspondido, con un amante desagradecido, con un corazón encogido de tanto llanto reprimido, con un dolor imposible de aguantar.
Lucharé con todas mis fuerzas por olvidar este amor, y no sé bien si lo consiga, lucharé por apartar tu recuerdo de mi memoria, lucharé por olvidar nuestros paseos, nuestras conversaciones, nuestras caricias, la marca que has dejado en mi alma al marcharte. Lucharé por olvidar, pero no sé si lo consiga.
Sólo te pido una cosa, si tú has logrado olvidarme, hazme saber cómo le hiciste, porque yo también necesito (mas no deseo) olvidar.

Ya...

Ya me cayó el veinte, por fin atiné a descubrir qué es lo que pasará de hoy en adelante entre los dos; la verdad no quería creerlo, porque no me cabía en la cabeza que después de tanto amor pudiera venir un gran olvido.
Pero me pediste tiempo, y yo, tonta de mí, no me di cuenta de que al pedirme tiempo te estabas alejando por siempre de mí.
Ahora sí, aunque me cueste trabajo intentaré olvidarte, porque simplemente ya no hay tema para hablar, ya no hay nada que decir, eres un extraño para mí.
Si algún día decidieras que necesitas hablarme o que necesitas saber de mí, te prometo que lo pensaré dos veces antes de volver a pasar por el mismo dolor que han dejado hasta ahora tres meses de tu ausencia en mi vida.
No te digo hasta pronto, te digo adiós aunque me duela, porque tu recuerdo se ha de desvanecer de mi memoria a pesar de mí.