Ejercicios para la materia: Tecnologías en la producción de multimedia educativa
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Hoy encontré nuevamente tus letras, y he descubierto que definitivamente formamos parte de una red que sin palabras nos permite comunicarnos, leernos, pensarnos, encontrarnos. Encuéntrame en el silencio, en el silencio de tus días y de tus noches, en el silencio que reside en la calma, pero también en el que se encuentra durante la tormenta, encuéntrame en el silencio que estalla, que grita por salirse del corazón.
Encuéntrame en el silencio de las palabras que no se han dicho, de los pensamientos que no se han compartido, de las ideas que no han nacido, encuéntrame en el silencio de tus sueños, en el murmullo del viento que se cuela entre las hojas para acariciarte el rostro y el cabello.
Encuéntrame en el silencio de una lágrima, en el latido de un corazón amante, en la sonrisa de los niños, en los ladridos de los perros. Encuéntrame en el silencio que lleva el río en su camino al mar, en el murmullo de las olas, en el alboroto de las aves al amanecer.
Encuéntrame en el silencio de un paisaje eterno, de ese paisaje que desde tu ventana y la mía se mira siempre igual y siempre distinto, encuéntrame en el silencio de un alma que se sabe amada y feliz.
Hoy te digo que me encuentres en el silencio, porque ahí estoy, estoy en el silencio de tu corazón, en el silencio de tus sueños, en el silencio de tu amor, en el silencio que por la distancia nos hace callar la voz y gritar con palabras este sentimiento.
Cuando tu alma y la mía se encontraron y se reconocieron ya no hubo más ruido, ni más caos, sólo el silencio que significa más que mil palabras, un silencio atronador, capaz de decir más que yo misma, porque ese silencio es más que yo misma, es la unión de tú y yo.
Encuéntrame en el silencio, en tu silencio… que yo por siempre ahí estaré.
Hay personas cuya presencia en nuestra vida se vuelve algo vital, personas cuyos rostros tal vez jamás hemos visto, más que en fotografías desvaídas por el tiempo, personas que nos llenan de añoranzas, recuerdos y esperanzas.
Hoy estoy feliz, bueno, a decir verdad llevo muchos días sintiéndome feliz, y debo esta felicidad a la gran cantidad de personas que me rodean y que me han hecho ver que llevo una vida plena, que estoy rodeada de bendiciones por donde se mire, y que además mi mayor bendición es tener esas personas en mi vida.
"Si nos llevamos en el corazón, no hay distancia que valga" te dije, y me gustó tanto la frase que la puse en mi messenger, pero sabes una cosa... no es sólo cuestión de regalar palabras, ni de juntarlas para que se oigan bonito, lo que más me agradó de podértelo decir es que sentí cómo a la distancia, tu rostro se iluminaba con una sonrisa.