Monday, April 25, 2005

Lluvia del Corazón

Guadalupe

Hace un par de días que me persigue la melancolía, yo corro y trato de sacarle la vuelta para no llover.

Sin embargo la carne es débil, mi corazón también y súbitamente ayer me venció, me acorraló y no tuvo piedad de mí. Comencé a llover, me encontraba sola, frente a una imagen de la Emperatriz de América, su mirada fija de retrato y llena de ternura me conmovió, yo pedía que cuidara a mi familia, a mis abuelos y ella en su sencillo gesto de mujer encinta me tocó el corazón.

Cierto es que lloro fácilmente, pero tenía algún tiempo de no hacerlo, y el de ayer fue un llanto pequeño, unas cuantas lágrimas rodaron por mis mejillas, pero el sentimiento que lo acompañó fue tan grande, que aún hoy si me pusiera a los pies de Guadalupe, no sabría cómo reaccionar, tal vez desde el fondo de mí volvería a surgir la lluvia, o tal vez me quedaría en sequía sin saber qué sería lo mejor.

Al humedecerse mi rostro levanté una oración hacia "La más Pequeña de mis Hijas", le pedí que me conceda pronto encontrar al dueño de mi corazón. Y seguí lloviendo sin quererlo, pero sintiendo en esa lluvia un alivio a mi dolor.

Al dolor de no encontrar un alma sobre la cual derramarme cual lluvia benéfica para los campos y cosechar el fruto de la vida, que según entiendo (y entiendo poco) se llama AMOR.

25/Abril/2005

3 comments:

Anonymous said...

El corazón de terciopelo púrpura se abre con el filo de una lágrima roja.

Un día moriré y, sólo pido, cuando esté apoyado en la eternidad y respirando soledades, que no me quiten la memoria.

Tania Campos said...

Anónimo:
Me gustaría saber quien eres. Te dejo mi mail: tamaca@hotmail.com
Gracias por tu comentario.

marcemars said...

tania... wooow me has dejado sin palabras y puedo escribir sin temor a equivocarme que me tocó tu escrito y creo encontrarme en la misma situación... aquí seguimos tratando de entender...

Marce